Casado se compromete a aprobar el delito de referéndum ilegal y de rebelión sin violencia si es presidente
El líder del PP, Pablo Casado, ha afirmado este martes que si es presidente del Gobierno aprobará el delito de referéndum ilegal, prohibirá los indultos para los delitos de sedición y rebelión, y aprobará un delito de rebelión impropia que no requiere violencia, que ha equiparado a los delitos de «alta traición» que hay en otros países.
Lo ha dicho en el acto ‘Unidad nacional y Estado autonómico frente al nacionalismo’ en el recinto modernista Sant Pau de Barcelona, en el que también han participado los presidentes del PP catalán, Alejandro Fernández; de Societat Civil Catalana, Fernando Sánchez Costa; de la Fundación Joan Boscà, Joaquín Güell; de la Asamblea por una escuela bilingüe, Ana Losada, y una representante de S’ha Acabat, Julia Calvet.
Al exponer su plan a impulsar en Cataluña si llega a La Moncloa, ha explicado que también quiere suprimir el Diplocat y la acción exterior de la Generalitat; modificar la ley audiovisual, para «terminar con la propaganda» de los medios públicos catalanes; y cambiar también la ley de educación, para acabar con lo que él ve como adoctrinamiento en las escuelas catalanas, entre otras propuestas.
«La mesa de póker» del diálogo
Dentro de este plan, también ha defendido bajar impuestos, liberar trabas burocráticas, impulsar un nuevo modelo de financiación autonómica, apostar por infraestructuras como el Aeropuerto de Barcelona, el de Girona y mejorar Cercanías, y proteger la propiedad privada ante las ocupaciones: «Esto sí que es un plan y no la mesa de póker», como ha tachado la mesa de diálogo.
«Frente a esto, lo único que tiene que ofrecer Sánchez es amnistía y autodeterminación. Es decir, amnistía, como si España fuera una dictadura, y autodeterminación, como si Cataluña fuera una colonia», ha reprochado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Diálogo a cambio de los Presupuestos
Casado también le ha acusado de no tener ningún plan para Cataluña más allá de la «impunidad para los delincuentes» y de una mesa de diálogo sobre la autodeterminación y la amnistía, y ha sostenido que esta mesa que se retomará en septiembre es un pago para garantizar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Considera que los indultos a los presos del 1-O eran un «pago en diferido» de la investidura de Sánchez, y que ahora el presidente busca garantizar con la mesa su permanencia en La Moncloa, con la aprobación de los PGE por parte de los partidos independentistas.
«Lo que es lamentable es que haya un presidente del Gobierno que sea capaz de abandonar su responsabilidad constitucional por un puñado de votos para aprobar unos PGE. Venimos diciendo que los indultos no eran el pago para lo que queda de legislatura. Eran el pago en diferido de la investidura. A partir de ahora tienen que volver a negociar y subastar el precio de la continuidad en el poder», ha alertado.
También ha exigido a Sánchez que conteste a la «amenaza» que, a su juicio, lanzó el lunes el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, al decir que en 2030 Cataluña ya espera haber votado en un referéndum.
Casado ha añadido que Sánchez tiene una oportunidad de contestar este mismo martes, tras el Consejo de Ministros, y otra el miércoles en un acto que tiene previsto el presidente del Gobierno.
Además, ha acusado a Sánchez de utilizar el diálogo con el independentismo «como combustible para su proyecto de ingeniería social, sin darse cuenta de que le va a acabar estallando en las manos. Por eso, lo único que le falta es anular a la oposición para tener plena impunidad».
Pero ha avisado de que los españoles «no van a olvidar su rendición al nacionalismo y al populismo» y ha planteado al PP como la alternativa para evitar la interlocución del independentismo con el Gobierno, que ha calificado de privilegiada, ya que cree que todavía no reconocen ni respetan la Constitución ni las leyes.
«No se puede negociar con los independentistas como si fuese toda Cataluña. No lo son; su posición institucional está pasada», y ha pedido respetar a la sociedad catalana no independentista, que considera mayoritaria.
Ha anunciado que el exdelegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo presentará esta semana un recurso contra los indultos a los presos del 1-O, igual que han hecho dirigentes del PP que se sienten «agraviados, bien porque han sufrido ataques a su propio patrimonio y familias, o porque han visto menoscabada su labor de representatividad parlamentaria».
Casado ha finalizado su intervención argumentando que el problema de Cataluña no es el resto de España, sino el nacionalismo, y ha llamado a «rebelarse» y a defender la libertad de todos los catalanes.